Pintar las paredes es una manera rápida y muy efectiva de transformar la decoración de tu hogar. Tal vez ya lo has intentado y el resultado no ha sido como esperabas, o aún no lo has hecho nunca, pero sabes que pronto te tocará. Si quieres pintar tu casa y conseguir un acabado profesional tan sólo debes seguir estos consejos.
El primer paso: colores
Puede que algún color te encante para pintar tu casa, pero antes de ponerte a ello, es importante probar el color para ver como queda, ya que en función de la luz que reciba durante el día puede variar su intensidad y que el resultado no sea el esperado.
Si eres novato en esto de pintar, ahí va un truco: los colores claros son la mejor elección ya que disimulan las imperfecciones de la aplicación y además, dan mucha luz en la estancia y sensación de espacio.
Elige bien los colores
Prepara bien las paredes
Si están en mal estado, hay que lijarlas bien, eliminar los posibles desconchados, limpiarlas del polvo creado y arreglar las posibles grietas, ya que la pintura por sí sola, no elimina las imperfecciones.
Si hay algún pequeño desperfecto, como agujeros o grietas, tan sólo necesitarás un poco de masilla para arreglarlo. Una vez la masilla esté seca, lija y limpia de polvo la superficie.
Herramientas esenciales para pintar
- Un rodillo es fundamental para conseguir un acabado uniforme y agilizar el trabajo
- Una barra telescópica para pintar los techos o la parte alta de las paredes.
- Una brocha para las esquinas y lugares en los que no entra el rodillo
- Cinta de pintor para delimitar las líneas donde no hay que pintar.
- Pintura para pintar las paredes.
¿Por dónde empiezo a pintar?
Antes de empezar a pintar protege los muebles y superficies con plásticos o cartones. Pon cinta de pintor en zócalos, esquinas de techos, puertas y marcos. Si puedes, desmonta los interruptores y si no, cúbrelos con cinta.
Es muy importante pintar con una buena iluminación, esta te ayudará a ver las imperfecciones que pueda haber. Lo ideal es pintar con luz natural, por eso, si estás pintando y la luz empieza a escasear, lo mejor es dejarlo para el día siguiente.
Tip: No uses demasiada pintura, ya que solo conseguirás desperdiciarla y puede que quede algún pegote en la pared y que no quede uniforme.
Si tienes pensado pintar el techo, entonces empieza por ahí. De esta forma podrás cubrir las posibles gotas que caigan en las paredes posteriormente. Aprovecha para pintar también las esquinas. Al igual que es mejor pintar la pared de arriba hacia abajo por el mismo motivo.

Tip: para evitar la diferencia entre el rastro de la brocha de la esquina y el resto de la pared, pintalas primero con una brocha y difumina el trazo con el rodillo.
Seis horas después, otra capa
Una vez todo pintado, abre bien las ventanas para que la pintura se seque lo antes posible. Dependiendo del tipo de pintura que hayas utilizado, deberás esperar al menos seis horas. Una vez pasado este tiempo y compruebes que la pintura esté completamente seca es el momento de aplicar una segunda capa.
Una vez seca la segunda capa, quita toda la cinta y haz los últimos retoques. Comprueba que esté todo perfecto y con un pincel o un rodillo pequeño arregla los posibles desperfectos.