Cuando pintamos una pared, tenemos dos metas principales. Por una parte, el objetivo más obvio, que es que cumpla con nuestras pretensiones decorativas al dar coherencia y belleza a los espacios (sean interiores o exteriores). Por otro lado, garantizar la protección frente a cualquier tipo de deterioro.
En este sentido, las manchas se convierten en unos de los inconvenientes más graves que pueden llegar a afectar a las superficies pintadas. Por consiguiente, te conviene hacer todo lo posible con el fin de evitar sus efectos perjudiciales para sus funciones prácticas y estéticas.
Antes de comentar cómo podemos combatirlas o evitarlas, te contamos cómo pueden aparecer.
¿Cómo surgen las manchas en las paredes?
En primer lugar, has de tener en cuenta que estas manchas pueden ser distintos tipos. Además, hay que valorar que, en muchas ocasiones, se producen sobre antiguas pinturas convencionales. Al ser de menor calidad que las actuales, resultan más propicias para que las manchas, primero, se fijen, y después, persistan.
Por lo general, las zonas que conllevan más riesgos son las que están situadas en exteriores, puesto que se encuentran expuestas al desgaste que generan el sol, la suciedad, y las distintas inclemencias meteorológicas. Sin embargo, también hay áreas interiores que no son ajenas a estas agresiones. Por ejemplo, las habitaciones infantiles o las cocinas. En las primeras, los niños pueden trastocar las paredes de las maneras más originales; mientras que, en las segundas, la grasa y las partículas en suspensión tienden a impregnar y desgastar las superficies.
La humedad, sea a la intemperie o dentro de los recintos, también genera manchas, dado que las bacterias y otros microorganismos nocivos se concentran en las filtraciones y los estancamientos de agua. Otras manchas que no puedes pasar por alto son las que ocasionan el humo o la nicotina, que también van a acabar impregnando las paredes de color y olor.
¿Cómo limpiar las manchas en la pared?
Las paredes no solo se ensucian por manchas accidentales, si no también por acumulación de polvo. Lo primero que deberíamos hacer si queremos limpiar una pared es eliminar este polvo con un aspirador o un plumero.
Luego, podemos usar una esponja con agua tibia y jabón líquido. Ojo, no debemos frotar la mancha con fuerza. Se trata de realizar movimientos suaves. De este modo, las manchas más superficiales deberían desaparecer. Si esto no funcionase con manchas, por ejemplo, de rotulador o bolígrafo, otra solución propuesta es hacer una mezcla de bicarbonato y agua. Se trata de extender por la mancha la pasta de bicarbonato y dejar actuar.
Como éstos, podemos encontrar más técnicas y consejos para limpiar manchas en paredes, sin que ninguna de las opciones sea una garantía segura para un caso concreto. No hay una solución única que sea válida para todo tipo de problemas con manchas en paredes ya que cada tipo de mancha y de estado de la superficie será diferente y, por tanto, también variarán los efectos (y la efectividad) de cada esfuerzo por limpiarla. En algunos casos, podemos incluso empeorar la situación.
Así pues, mejor prevenir que curar.
Pinturas inteligentes como solución contra las manchas.
Las pinturas inteligentes se caracteriza por una funcionalidad específica que va más allá de la belleza de un color o de las características básicas de un determinado tipo de pintura. Ante estímulos exteriores muy concretos, nos ofrecen, gracias a la aplicación de la innovación tecnológica, unos beneficios extra que tradicionalmente no ofrecía ningún tipo de pintura.
Por tanto, la mejor manera de combatir las manchas en la pared es prevenir este problema desde el principio. Es decir, es escoger una pintura inteligente que haya sido creada para prevenir los efectos nocivos de las manchas. Es en este punto, cuando podemos hablar (y recomendar) una pintura antimancha, la composición de la cual la hace óptima para la erradicación de todo tipo de manchas.
Tanto para prevenir los efectos de los distintos tipos de suciedad en las paredes como para, en el caso de que esta ya haya hecho mella sobre alguna pintura anterior de una menor calidad, hacerla desaparecer mediante una sencilla aplicación.
Las pinturas antimanchas han sido formuladas para garantizar su resistencia ante todo tipo de agresiones. El acabado (por ejemplo, el mate sedoso de la pintura acrílica) y la dureza también son unas de las ventajas de estas pinturas, las cuales incluso pueden contar con un tratamiento antimoho, que crea una película que resulta muy eficaz a la hora de impedir que aniden las bacterias y otros microorganismos nocivos. a la hora de prevenir la aparición de moho.
En este sentido, Bye Bye Dirt es una pintura inteligente acrílica de acabado mate sedoso, formulada especialmente para resistir casi todo tipo de manchas como aceites, grasas, cola, vinos, etc. Está indicada para el pintado de paredes y techos, sobre toda clase de superficies debidamente preparadas.

De la pintura antimanchas Bye Bye Dirt, destacamos también su poder cubriente, su gran resistencia al frote húmedo y su facilidad de uso. Además, permite crear un efecto pizarra para tiza clásica blanda y tiene efecto antimoho sobre la película. Esta pintura inteligente está disponible en blanco y en infinidad de colores gracias a nuestro sistema tintométrico Mixology.